¿Sabías que la saliva no solo se trata de un líquido claro y viscoso producido por las glándulas salivales?
Gracias a ella la boca húmeda y permite que los alimentos puedan ser deglutidos fácilmente, tanto para nosotros como para los animales. Además, también contiene enzimas que descomponen poco a poco los alimentos antes de que lleguen al estómago. De esta forma, la digestión será mucho más ligera y saludable.
¿Qué sucede cuando la saliva es escasa en nuestra cavidad oral?
Cuando la producción de saliva es escasa, una condición conocida como xerostomía o boca seca, puede tener varios efectos negativos:
- Puede hacer que masticar, tragar y hablar sea más difícil; provocando incomodidad en la boca y la garganta.
- La boca seca puede aumentar el riesgo de caries dental y enfermedad de las encías. Esto se debe a que sin suficiente saliva para neutralizar los ácidos y limpiar los dientes, las bacterias pueden proliferar y los ácidos pueden erosionar el esmalte dental.
- Riesgo de mal aliento o halitosis. Además, sin la humedad adecuada, los tejidos de la boca pueden volverse más susceptibles a infecciones por hongos, como la candidiasis oral.
- La falta de saliva puede dificultar el uso de prótesis dentales, ya que estas suelen necesitar la humedad de la saliva para mantenerse en su lugar de manera efectiva.
¿Es posible mantener una producción constante?
Sí, es posible mantener una producción constante de saliva y todas las personas deberíamos prestar atención a este detalle tan olvidado. Realmente es muy sencillo, aunque requiere que prestemos atención a varios detalles como beber agua de forma regular, limitar el consumo de azúcares y tomar alimentos crujientes ricos en agua (frutas y verduras).
En caso de que los problemas de saliva sean frecuente, no dudes en consultar a tu dentista o médico de cabecera. En ambos casos, sabrán encontrar un motivo a dicha situación y te podrán ayudar.