¿Quién no se ha interesado alguna vez por los piercings? Fueron tendencia entre los años 90 y 2000, pero parece que nunca dejan de estar de moda entre los más jóvenes que buscan darle un «toque» a su estética personal.
Sin embargo, cabe recordar que un piercing oral, ya sea en la lengua o en labio puede acabar convirtiéndose en un riesgo para la salud bucodental; algo que nos gustaría explicarte desde Madox Dental.
¿Cómo afecta a la dentición un piercing oral?
Cuando se perforan los tejidos, una de las afecciones temporales más frecuentes es la inflamación y sangrado, pero más allá de estos síntomas pasajeros… Los piercing orales pueden provocar principales daños en:
- La fisura y abrasión en los dientes por el continuo choque del metal con el esmalte. El piercing puede provocar pérdida de esmalte.
- En caso de que la capa externa dura se agriete, el daño puede llegar al tejido pulpar, los vasos sanguíneos y los nervios.
- Cambios en la tonalidad debido a la corrosión provocada por los metales del piercing.
¿Y si se encuentra en la encía?
Los piercings labiales, también conocidos como «smiles» pueden perjudicar las encías de la siguiente forma:
- Por una lesión gingival: el margen de la encía se retrae de la corona del diente.
- Con de una infección periodontal o la aparición de gingivitis: la retracción de la corona del diente provoca una sobreexposición de las piezas dentales que aumenta el riesgo de inflamación de las encías e infecciones.
¡Los piercings también afectan a la oclusión o mordida!
Dado que los piercings suelen emplearse durante un largo periodo de tiempo, debemos recordar que la existencia permanente de un cuerpo extraño en la cavidad bucal puede alterar la fuerza que se hace con la lengua para acciones como el masticado. Además, también podría influir en la posición de las piezas dentales y la mordida.
Si tienes alguna duda o te gustaría que realizásemos una revisión porque tienes un piercing, ponte en contacto con nosotros haciendo click aquí mismo. ¡Te esperamos!